miércoles, 29 de octubre de 2014

Cómo refundir jabones (Parte I)

Hoy os traigo una manera muy clásica de refundir jabones. Es un proceso que dura dos días. Más abajo os explico. Si tenéis jabones hechos de otras temporadas, o eres más de jabón líquido que de pastillas y tienes por ahí que te sobren toma nota. 




En mi casa no se tira nada de nada, en cuanto a comida y jabón se refiere, todo se reutiliza o se “tunea” :D
En este caso he tomado tres pastillas de jabón de caléndula que hice el año pasado. Los jabones de caléndula son una maravilla, pero bien es cierto que me quedaron algo blandos en su fórmula. Si hay algo que destesto en el mundo jabonero es el “jabón baboso”. Como sé a ciencia cierta que no los voy a usar así en pastilla, los voy a convertir en jabón líquido, de la manera más fácil.

Vamos a necesitar:
-       las pastillas de jabón
-       -rallador
-       tu aroma preferido (si los jabones ya tenían un aroma en especial te recomiendo unas gotas más de ese mismo aroma para potenciarlo)
-       colorante de grado cosmético
-       un cazo (más bien grande)
-       batidora (con velocidad muy bajita)

Rallamos las pastillas de jabón. Y las ponemos al fuego lento con el doble de agua del peso de las pastillas.


Tendrás que ir poco a poco añadiendo más agua. El jabón es capaz de absorber el doble o triple o incluso más de su volumen en agua.
Las virutas pasarán a ir formando una pasta, y tu debes seguir removiendo poco a poco y añadiendo medios vasitos de agua hasta que creas que queda lo suficientemente líquido. No te pases, o quedará un poco como “aguachirle”, aunque nada que no se pueda reparar rallando otra pastilla de jabón para espesarlo.



Puede ser que en el proceso, te hayan quedado grumos que no quieran acabar de deshacerse: siempre puedes colarlo, o bien usar una batidora de las que tienen velocidad super bajita, le das unos toques y listo. No batas muy fuerte o montarás la fiesta de la espuma del pueblo :D
Ahora solo nos queda esperar hasta mañana. Como ya os he dicho, el jabón absorbe mucha agua. Puede que, creyendo que era suficiente el agua echada y estando a vuestro gusto, os encontréis al día siguiente que el jabón se ha quedado pastosísimo en el envase y ni siquiera pasa por el dispensador. Por eso es mejor acabar el proceso al día siguiente.

Yo ya he refundido mi jabón. Mañana veremos qué tal queda y acabaremos con el colorante y el aroma.

 


Gracias por leerme.

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